En el capítulo 2, se nos informa acerca de la formación del director en América latina y como ha estado carente de políticas que le ayuden en sus funciones. Sin embargo a partir de la década de los 90, las escuelas se han convertido en una unidad de enseñanza construyendo nuevas propuestas para una mejor calidad en la oferta educativa. Lastimosamente, esta responsabilidad no se vio acompañada por una política permanente de formación por parte de los directivos que tenían que llevar adelante el cambio debido a la gran cantidad de responsabilidades que le toca asumir. Debemos tener en cuenta algunas características de la actuación del director, como lo son: la multiplicidad del rol y lo que son las urgencias y la inmediatez de su gestión. Hay que dotar a los directores de la posibilidad de contar con criterios de acción, definidos en forma institucional, para respaldar el accionar y la toma de decisiones. También es importante las condiciones de la formación del directivo, como lo son los saberes que hacen del oficio del director una suma de conocimientos adquiridos que se ponen en juego y la manera de aprender, ya que la mayoría de los directivos son adultos en el sistema. En conclusión podemos decir que la tarea del director es bien compleja y que requiere de capacidades que le permitan organizar y planificar su tarea a pesar de la inmediatez y urgencias de sus resoluciones. Además debe tomar distancia de la fuerte carga emocional y responsabilidad social que adquiere su cargo y poder separar trabajos, priorizarlos y tener tiempo para la reflexión en forma personal y grupal de lo que hace y por qué lo hace.
En el capítulo 2, se nos informa acerca de la formación del director en América latina y como ha estado carente de políticas que le ayuden en sus funciones. Sin embargo a partir de la década de los 90, las escuelas se han convertido en una unidad de enseñanza construyendo nuevas propuestas para una mejor calidad en la oferta educativa. Lastimosamente, esta responsabilidad no se vio acompañada por una política permanente de formación por parte de los directivos que tenían que llevar adelante el cambio debido a la gran cantidad de responsabilidades que le toca asumir.
ResponderEliminarDebemos tener en cuenta algunas características de la actuación del director, como lo son: la multiplicidad del rol y lo que son las urgencias y la inmediatez de su gestión. Hay que dotar a los directores de la posibilidad de contar con criterios de acción, definidos en forma institucional, para respaldar el accionar y la toma de decisiones. También es importante las condiciones de la formación del directivo, como lo son los saberes que hacen del oficio del director una suma de conocimientos adquiridos que se ponen en juego y la manera de aprender, ya que la mayoría de los directivos son adultos en el sistema.
En conclusión podemos decir que la tarea del director es bien compleja y que requiere de capacidades que le permitan organizar y planificar su tarea a pesar de la inmediatez y urgencias de sus resoluciones. Además debe tomar distancia de la fuerte carga emocional y responsabilidad social que adquiere su cargo y poder separar trabajos, priorizarlos y tener tiempo para la reflexión en forma personal y grupal de lo que hace y por qué lo hace.
Fernando Rios